A pesar de que cada residente tiene su habitación y sus espacios para tener su intimidad propia, en nuestra casa también contamos con salones comunes dónde nuestros abuelos pueden:
- Compartir experiencias.
- Ver la televisión por cable.
- Jugar al dominó.
- Descansar y echar la siesta.
- Recibir la visita de sus familiares.
- Hacer sus labores.